Pescado al horno arguiñano

Lubina salvaje al horno- Lubina salvaje al horno

Desde hace muchos años, el pescado al horno es una de las formas más sanas y sabrosas de comer un segundo de órdago sin apenas complicaciones. En apenas 15 o 20 minutos, pescados como la lubina, la corvina, la merluza, el bacalao, el besugo, la dorada o el virrey están listos, incluso para cocineros no especialmente expertos.

Recetas navideñas por excelencia, los pescados al horno también pueden resultar a veces un plato algo soso dependiendo del tipo de pescado que compremos o de no comprarlo en su plenitud. Sobre todo cuando elegimos algunos pescados blancos que ya de por sí son especialmente sosos.

Realmente, el cocinero de Beasain no sólo se refería al pescado a la plancha, sino a cualquier tipo de pescado que vayamos a cocinar entero. Eso también se traslada a ciertas patrias, a cocciones al vapor o directamente a pescados que vamos a cocinar a la plancha, pero vamos a cocinar enteros.

Sin embargo, este tipo de errores son muy comunes. sobre todo cuando apostamos por pescados que ya son un poco sosos y tememos que sean aún menos sabrosos cuando los cocinemos. Precisamente, al hacer estos cortes, lo único que conseguimos es que el pescado siga perdiendo más sabor y más propiedades.

Cómo preparar un rodaballo al horno perfecto, al estilo BILBAÍNA

Sí, hospitalidad es la palabra que mejor describe a este restaurante.Reservamos con un mes de antelación para evitar sorpresas (en agosto está a tope). Llegamos puntuales y nos dieron mesa enseguida.Somos una pareja, así que pedimos dos entrantes, pescado, carne, un surtido de postres, dos cocas, un café y un té. Nos pusieron un aperitivo al sentarnos (gazpacho y chistorra).Todo estaba muy bueno y servido con mucha calidad. No tenían nada de la ridícula "cocina de autor" ni las tonterías de otros asadores de la zona. Pagamos 80 € y salimos muy satisfechos.

Os recomiendo reservar con antelación si queréis comer allí. Las croquetas son espectaculares y el pintxo de bacalao increíble.

El restaurante es precioso y está situado en un entorno maravilloso. Tiene una carta estupenda, los platos son exquisitos, y el servicio es inmejorable y muy familiar.La relación calidad-precio es mejor de lo que imaginaba.

Lubina a la sal - ¡la receta más fácil y sabrosa!

En esta ocasión, lo que el cocinero guipuzcoano utiliza es una mezcla de ciertas especias como orégano, comino, pimentón y una hoja de laurel, a la que añade también una parte de líquido a base de vinagre (medio vaso), agua (otro medio vaso) y un par de dientes de ajo picados.

Al gusto, como siempre que hacemos estos adobos, podemos cambiar algunas especies que nos gusten más por otras, incluso darle un poco de color con toques como la cúrcuma o el curry. También podríamos variar el tipo de vinagre, utilizando vinagre de sidra de manzana, vinagre de arroz o incluso vinagre de Jerez o incluso añadiendo un toque de salsa de soja.

Aunque no sabemos hasta qué punto tiene truco el último paso de la receta, lo que está claro es que después de marinar el pescado debemos secarlo a conciencia porque ya habrá cogido bastante sabor.

Además, el cocinero de Beasaín recomienda que primero hagamos el adobo en un bol pequeño y, después, en otro más grande, añadamos el adobo con el pescado y cerremos bien con papel film para que no adquiera otros olores.

Halibut a la sartén con champiñones y salsa de limón y mantequilla

Para preparar la salsa de rúcula tenemos que mezclar 100 ml. de aceite con 50 gr. de rúcula, unas gotas de zumo de limón y una pizca de sal. Lo pasamos por la picadora o si preferimos una salsa más homogénea, por la batidora. Esta salsa va muy bien en platos de carne o pescado y para perfumar ensaladas o platos de pasta.

Con la albahaca vamos a hacer una salsa fresca ideal para ensaladas, platos de pasta fría, patatas asadas o pollo o pescado blanco a la plancha. Mezclamos un manojo de albahaca con un yogur natural, 100 ml. de nata líquida, un poco de sal, un chorrito de aceite y una pizca de pimienta. Lo trituramos y lo dejamos enfriar un rato.

La menta es una salsa con un sabor potente. Puedes utilizarla en platos de garbanzos, carnes blancas al horno o a la plancha, cordero y recetas con cuscús. Sólo tienes que mezclar 100 ml. de aceite, un puñado de menta fresca, unos piñones, un diente de ajo (opcional) y sal. Tritúrelo todo y voilá.

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