Patata cocida y al horno

Las mejores patatas asadas
Hay que hornearlas y sacar su contenido, manteniendo la integridad de la piel. Luego hay que sazonarlas, mezclarlas y volver a meterlas en las pequeñas barquitas de patata. E incluso después de todo eso, todavía no has terminado porque tienes que hornearlas... otra vez. Ya sabes, por aquello de "hornear dos veces".
Todo eso me parecía un trabajo que no quería hacer. Sin embargo, seguía necesitando esa delicia en mi vida. Así que se me ocurrió una forma un poco más rápida y menos laboriosa de obtener resultados igual de deliciosos. Y así nació la cazuela de patatas "Una vez hervidas, una vez al horno".
Han pasado unos cuantos años desde que desarrollé esta sabrosa receta, pero sigue siendo una de las favoritas de la familia, los amigos, los compañeros de trabajo y prácticamente cualquiera que la pruebe. Me gusta servirla junto con asado, cerdo e incluso pollo. Pero lo que más me gusta es tenerlo en mi plato justo al lado de un filete cocinado a la perfección que ha sido sazonado con Tom's Steak Rub.
¿Debo hervir las patatas antes de hornearlas?
Hervir las patatas un poco antes de asarlas ayuda a conseguir una corteza crujiente en el exterior. Si no hierves las patatas, la piel exterior quedará bastante dura, por lo que la grasa que utilices no podrá penetrar en las grietas.
¿Por qué son mejores las patatas cocidas que las asadas?
En realidad, hervirlas puede conservar la mayor parte del poder antioxidante de las batatas, en comparación con asarlas y cocerlas al vapor. Si comparamos microscópicamente el horneado con el hervido, este último ayuda a diluir las paredes celulares y gelatinizar el almidón, lo que puede mejorar la biodisponibilidad de los nutrientes.
Puré de patatas crujiente
Kenji fue director culinario de Serious Eats y actualmente es consultor culinario del sitio. También es columnista gastronómico del New York Times y autor de The Food Lab: Better Home Cooking Through Science.
Los británicos tienen mala fama por su cocina, y en algunos casos con razón -la ternera cocida hasta que se pone gris y la salsa de gránulos que comía todos los domingos durante mi estancia en Inglaterra no eran el colmo de la grandeza culinaria-, pero maldita sea si hay muchas cosas que hacen mejor que casi todo el mundo. Me refiero a las tartas saladas, el pescado frito, los puddings de Yorkshire y las patatas asadas. El método británico de asar patatas es uno de los que más me gustan. Es sencillo y da unos resultados asombrosos. Se hierven trozos de patata hasta que estén tiernos, se saltean suavemente con grasa (idealmente grasa de vacuno) para desbastar su superficie y luego se asan hasta que estén crujientes y chisporroteantes.
Los pasos de cocción y desbaste son la clave. Crean una fina pasta de puré de patata que se adhiere a la superficie de los trozos de patata, que acaba crujiendo maravillosamente en el horno mientras las patatas se asan. Es la técnica que utilizo para la receta de patatas asadas ultracrujientes que publiqué en 2011, y la técnica que utilizo para casi todas las fiestas.
Patatas al horno crujientes aplastadas
Ya hablé anteriormente de las propiedades anticancerígenas de los boniatos (Ver Potencial anticancerígeno de las proteínas del boniato) y de lo que pasaría si centraras tu dieta en ellos (La dieta Okinawa: vivir hasta los 100). Parece que el único inconveniente potencial de comer demasiados boniatos es que podrías tener las palmas de las manos amarillas (o la nariz, como puedes ver en el vídeo La mejor manera de cocinar boniatos), una afección inofensiva llamada "carotenemia". Causada por niveles elevados de betacaroteno en la sangre, se detectó por primera vez hace un siglo, cuando se introdujeron las zanahorias en la dieta infantil. Se trata sobre todo asegurando a los padres que es inofensiva, pero si no queremos que nuestro hijo tenga la nariz amarilla, podemos disminuir su ingesta de betacaroteno y en unos meses habrá desaparecido.
A la hora de elegir variedades en el supermercado, la intensidad del color amarillo o naranja de la pulpa del boniato está directamente correlacionada con su contenido nutricional, así que cuanto más intenso, mejor. Aunque si realmente quieres intensidad, las variedades de boniato no sólo van del blanco al amarillo y naranja, sino del rosa al morado intenso. Los pigmentos naturales que causan estos colores pueden tener efectos anticancerígenos especiales.
Patatas crujientes deutsch
Esta receta de patatas asadas es muy fácil y está deliciosa siempre. Con una piel perfectamente crujiente y salada y una patata esponjosa por dentro, aprende a preparar las mejores patatas asadas de asador y sírvelas rellenas con todos tus ingredientes favoritos como mantequilla, crema agria y cebollino.
Recuerdo haber comido muchas patatas durante mi infancia. Comía puré de patatas, patatas asadas dos veces, patatas festoneadas, patatas gratinadas y, por supuesto, patatas asadas al horno. Eran las favoritas de toda la familia.
Pero, durante la mayor parte de mi vida, no tenía ni idea de cómo cocinarlas. Lo único que recordaba de las patatas asadas (aparte de comerlas) era a mi padre metiéndolas en el horno y sacándolas un rato después, normalmente con las manos desnudas (nada recomendable).
Cuando llegó el momento de hacerlas yo misma, tenía muchas preguntas. ¿Se colocaban en una bandeja para hornear? ¿Se envolvían en papel de aluminio? ¿Se pinchaban con un tenedor? ¿Por qué no presté más atención a mis padres? En cualquier caso, una rápida llamada telefónica al mismísimo maestro de la patata (y un poco de investigación adicional en Internet) respondió a todas mis preguntas, ¡ayudándome a aprender a hacer siempre unas patatas asadas perfectas!